Jericho 1 Temporada cap. 4

- Hey, - dijo abriendo la puerta del coche - ¿Qué pasa?.

Emily le miro sorprendida.

- Roger esta muerto, - dijo entre sollozos - lo he visto, Wichiga tenia una bomba en el mapa.

- Yo no he visto tal cosa - intento calmarla, le acariciaba suavemente el cuello - y aunque así fuera, no significa nada, ahora mas que nunca debemos salir al exterior para saber que esta ocurriendo.


Emily giro bruscamente y le grito en su cara llena de furia.

- Deberías ser tu quien estuviera muerto.

Jake dio un paso atrás sorprendido y la miro estupefacto, dentro de él sentía que Emily pensara así, aun tenia sentimientos para ella y le dolió que deseara su muerte.

Emily arranco el coche y se precipito a gran velocidad calle abajo.

Heather había seguido a Jake al exterior y presencio toda la escena, ver el dolor en sus ojos fue demasiado para ella, aun quería a Emily y ella solo quería gritar y llorar ante lo que eso significaba.

Jake se quedo unos minutos mirando el sitio donde Emily había estado, recuperando el control de sus emociones, giro despacio y fue de nuevo a Bayles.

Lo primero que noto al entrar fue que Heather había abandonado el mapa sobre la mesa, no había ni rastro de ella, el presentimiento de que había vuelto a lastimarla le hizo sentir nauseas, fue de nuevo a la mesa de billar intentando terminar con los preparativos para partir.

Heather se había movido despacio hacia el callejón y se oculto de su vista. Espero para estar segura de que hubiera entrado, camino por la calle, sin un rumbo fijo, perdida en sus pensamientos.

El día estaba mejorando por momentos, ha todo lo ocurrido tenia que añadir Chicago a su lista, decidida a no dejarse derrotar por el pánico se dirigió al Centro Medico dispuesta ha echar una mano.

Allí permaneció hasta la mañana siguiente, Gail acababa de llegar, parecía dolida.

- Buenos días, Heather - saludo al verla - ¿aun estas aquí?.

Heather la sonrió débilmente y asintió con la cabeza.

- Voy al ayuntamiento, están a punto de salir - informo - ¿Por qué no me acompañas?.

- No, la verdad es que empiezo a estar muy cansada - intento distraerla de su negativa - en realidad me marchaba a casa ahora mismo.

Gail la miro preocupada mientras que salía por la puerta de la Clínica, había sido toda una sorpresa saber que era su nuera, Jake casado con Heather, aun no tenia todas las respuestas pero le gustaba Heather, era una buena chica, aunque no la conocía mucho, habían coincidido en varios actos públicos y le gustaba su valentía y arrojo cuando quería conseguir algo.

Como llegaron a casarse y cuando se conocieron lo suficiente para hacerlo, no tenia ni idea, pero tenia un buen presentimiento sobre este matrimonio. Estaba enfadada con su hijo por no decirles nada y entendía la postura de Heather para ocultarlo, él había estado ausente ocho meses y ella seguro que no quiso enfrentarse sola a la reacción que supondría anunciar su matrimonio.

Encontró a Jake en su coche cargando una caja de provisiones, parecía preocupado.

- Hey, cariño - se acerco a él.

- Uhh, hola mama - se volvió para mirarla.

- Mama, ¿has visto a Heather? - inquirió, con su madre no tenia que disimular sus sentimientos, ella siempre había leído en él.

- Si, hace un momento, ha estado trabajando en la Clínica toda la noche y se ha ido a casa a descansar, estaba agotada.

Jake estaba mirando dentro del coche y su madre no pudo ver el dolor que le produjeron esas palabras, quería verla antes de irse, había esperado que viniera ha decirle adiós por lo menos, esto solo confirmaba lo que ya sospechaba, estaba enfadada con él y como no estarlo, la había abandonado en dos ocasiones para salir corriendo detrás de Emily, dándola la impresión de que le importaba un carajo si ella le necesitaba o no. Sacudió la cabeza para apartar esos pensamientos de su mente y centrarse en lo que tenia que hacer en esos momentos, cuando volviera aclararía todos los mal entendidos que hubiera entre ellos.

- Mama, hazme un favor - pidió volviéndose hacia ella - cuídala por mi, ¿vale?, ahora esta muy enfadada conmigo y ……….

- No te preocupes por eso, la cuidaremos, - deposito un suave beso en su mejilla y se retiro para dejarlo partir.

Johnston llego a su lado en ese momento y se despidió de su hijo, puso un brazo sobre sus hombros y la acerco a él, dándola el confort que necesitaba en esos momentos.

Esa fue la imagen que acompaño a Jake en su salida de Jericho.

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Heather se encontraba de nuevo en la calle principal ayudando a preparar la fiesta improvisada que iban a dar con el fin de gastar la carne que estaba en el supermercado antes de que se echara a perder por falta de la electricidad.

Gail había ido a su casa cuatro horas después de que abandonara la clínica y la había convencido para que ayudara con los preparativos, Heather había sido recelosa al principio porque sospechaba que Jake andaba detrás del sorprendente interés de Gail en mantenerla ocupada, pero había cedido al final en acompañarla.

Estaba colocando el mantel en la mesa mas lejana, cuando lo vio caminar hacia el ayuntamiento, estaba en casa, Heather dejo escapar la respiración al verlo, parecía más cansado que la noche anterior y traía una gran bolsa de deporte en la mano, como si supiera que le estaba mirando, giro su cabeza en su dirección y sus ojos se quedaron trabados durante unos segundos, antes de que Gail gritara desde su posición mas cercana y los sacara de su ensueño.

Jake estaba perdido en ella, tuvo que echar mano de toda su fuerza de voluntad para no correr hacia ella y abrazarla y besarla hasta dejarla sin aliento, dios como la había necesitado en ese viaje y como la necesitaba ahora, su madre corto su ensueño ensamblándolo en un enorme abrazo, se colgó de su brazo y caminaron hacia el ayuntamiento.

Heather tardo un rato en entrar en el recinto, la sensación de nauseas y mareo habían vuelto al verle y tenia que dominarlas antes de entrar, no quería que notase que se encontraba mal.

Jake levanto la vista para mirarla, para todos los presentes estaba concentrado en lo que estaba escuchando por los cascos, pero en realidad solo lo oía a medias, estaba vigilando la puerta con el rabillo del ojo esperando a que viniera, por fin había aparecido y se coloco al final de la sala, enfrente de él. No es que pudiera verla bien desde ahí pero parecía que miraba mejor que en Bayles.

Su padre toco discretamente su hombro para llamar su atención y pidió que los niños dejaran la sala, acto seguido Jake se quito los cascos y conecto el altavoz para que todos pudieran oírlo.

Las voces de los pilotos inundaron el cuarto, todos guardaban silencio atemorizados por lo que estaban escuchando, como aviones aterrizaban en carreteras y otros se estrechaban al intentarlo, hablaban de bombas de muchas bombas, y las imágenes de la TV volvieron a su mente, cada uno reacciono a su manera.

Jake tenia los ojos fijos en Heather, veía como el color iba desapareciendo de su cara gradualmente y como necesito apoyarse en la pared para no caer según las noticias iban avanzando, su padre y su hermano le devolvieron a su silla cuando fue a levantarse para ir hacia ella, suspiro frustrado pero no aparto su mirada.

Heather se repetía a si misma, no ahora, no ahora, tu puedes, tu puedes, intentaba desesperadamente no derrumbarse con lo que estaba oyendo, el avión 347 era su avión, ella debería estar en él, sabia que iba ha entrar en Shock y que Jake la miraba fijamente preocupado, por fin el magnetófono callo y todos permanecieron en silencio durante unos minutos, luego empezaron a empujar por llegar al mostrador y hacer preguntas entre gritos.

Heather aprovecho la confusión para salir del ayuntamiento y dejar que las lagrimas que había contenido difícilmente bajaran por su mejillas, fue hacia el parque y se sentó allí en la oscuridad, dejando que un poco de su dolor saliera al exterior aliviándola.

Jake la había visto salir e intento caminar hacia ella pero le fue imposible seguirla, tuvo que permanecer calmando a los demás y respondiendo a sus preguntas unas dos horas todavía.

La encontró en una mesa apartada, sumida en sus pensamientos, su expresión de tristeza le llego al alma y podría jurar que había estado llorando, fue hacia la comida y cogio dos platos.

Estaba tan ensimismada en si misma que se asusto cuando vio la tarta de chocolate, miro hacia arriba rehusándola pero cuando vio a Jake sonriendo en ella, las palabras murieron en su garganta.

El agarro una silla y la acerco a ella antes de sentarse a saborear su propia tarta.

- Gracias - murmuro.

- La Sra. Sthems es la mejor haciendo tartas, ¿pruébala? - la animo.

Con desgana cogio un bocado, la verdad es que no tenia hambre y estaba segura que su estomago no lo resistiría.

- ¿Qué te pasa? - pregunto mirándola directamente a los ojos.

- Nada … - le mantuvo la mirada - todo …. No se, todo esto es tan …….. - buscaba la palabra correcta - terrible …. - dijo por fin, se encogió de hombros y sonrió un poco. - ¿Qué has visto ahí fuera?

Jake miro al vació detrás de ella y se puso serio, se perdió en sus pensamientos, Heather le observaba y puso su mano sobre la suya llamando su atención, Jake apretó su mano y volvió la vista a ella, la miro en silencio algunos minutos más y dijo.

- El infierno - la miro calibrando el impacto de sus palabras en ella, pero solo vio bondad y cariño, y empezó a contarle lo que había visto.

Ella nunca interrumpió solo estaba allí sentada mirándole y sujetando su mano para confortarlo, al cabo de casi diez minutos Jake termino de explicarle lo que había encontrado en el exterior y callo su cabeza sobre su pecho suspirando.

Heather soltó su mano y le levanto la cabeza para depositar un suave beso en su boca.

Jake le devolvió el beso y se quedo perdido en sus ojos, como quería a esa niña, siempre hacia la cosa correcta para apartar los fantasmas de su mente y darle la tranquilidad y confianza que necesitaba.

- Vamonos - dijo poniéndose de pie y ayudándola.

Caminaron en silencio hacia la casa de Heather con la manos entrelazadas.

Gail los había estado observando desde su mesa y sonreía abiertamente viéndolos desaparecer calle abajo, Johnston miro a su esposa y la abrazo mas cercano, él también pensaba que Heather era la mujer que su hijo necesitaba para ser feliz.

Muchos ojos habían estado pendientes de la peculiar pareja, sorprendidos por la complicidad que había entre ellos, al día siguiente serian la comidilla de todo Jericho.

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Jake se coloco detrás de ella y le quito las llaves para abrir él mismo la puerta, pero Heather no hizo ademán de querer entrar en la casa, así que la abrazo por la cintura y tiro de ella más cercano a su cuerpo.

Heather se recostó en él gozando de la sensación de seguridad que le proporcionaban sus brazos.

- ¿puedes abrazarme el resto de la noche? - susurro - por favor ….

Jake se rió entre dientes al oírla y cernió aun más sus brazos en ella.

- Nada me complacería más - dijo depositando un suave beso en su cuello.

Heather agarro su mano y lo llevo directamente al dormitorio, se despojo de sus ropas y se metió en la cama a esperarlo.

Jake, gozo de verla desnudarse, hizo lo mismo y se acostó a su lado, se volvió para mirarla, se miraron en silencio durante algunos minutos.

El tiro de ella más cercano y busco sus labios, ella respondió con toda la pasión y el amor que sentía por él, Jake abandono sus labios para asaltar su cuello, sus manos que buscaban por debajo de la camiseta interior la suavidad de sus senos, Heather emitía pequeños gemidos rebelando la necesidad que tenia de él y comenzó a explorar su espalda hasta sus caderas, Jake estaba listo para ella pero se jalo a esperarla. Profundizo sus caricias buscando el centro de su deseo.

- Jake …. - gemía ante sus caricias cada vez más osadas - por favor … Jake - exigió arqueando su cuerpo hacia él.

Jake no pudo resistirse a este último y se puso encima de ella para satisfacerla, alcanzaron el clímax al unísono, si en algo nunca habían tenido problemas como pareja era en eso, sus relaciones siempre habían sido perfectas. Y los dejaban exhaustos y plenamente satisfechos.

A los pocos minutos ambos estaban profundamente dormidos abrazados entre sí.

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Unos fuertes golpes en la puerta los despertaron, Jake salto de la cama y se puso los pantalones para ir abrir.

Stanley estaba en el umbral mirándolo con cara de pocos amigos.

- así que aquí estas? - dijo empujándolo y entrando en la sala.

- Stanley - Heather apareció en ese momento envuelta en una bata.

- Tu madre me dijo que estarías aquí - dijo volviéndose hacia Jake - Tu padre te espera en el ayuntamiento.

- Voy a preparar café - anuncio Heather.- ¿quieres uno Stanley?

- Gracias. - y camino tras ella a la cocina.

Jake seguía allí parado mirando como se marchaban, conocía lo suficientemente a Stanley como para saber cuando algo le molestaba y definitivamente esta mañana algo le estaba molestando. Sacudió la cabeza y fue al dormitorio a terminar de vestirse.

Stanley miraba como Heather preparaba el café. Ella parloteaba mientras lo hacia pero en realidad no la estaba escuchando, tomo la taza que le brindaba y se sentó en la mesa, Jake entro en ese momento y se inclino sobre ella para besarla suavemente en la comisura de los labios, no se le escapo a Stanley la manera en que se miraron.

Jake cogio una taza de café y se la bebió rápidamente, se volvió hacia su amigo haciéndole saber que estaba listo y se marcharon, no sin antes volver a besar a Heather y prometerla que almorzarían juntos.

En cuanto se alejaron de la casa de Heather, Jake increpo a Stanley.

- Hey, - llamo su atención - ¿Qué ocurre?

Stanley le miro durante un momento sin decir nada y de repente estallo.

- ¿No hay suficientes mujeres en Jericho que tenias que acostarte con Heather? - exploto con furia - Ella no es para ti, no es como las demás, no puedes tomarla una noche y si te he visto no me acuerdo.

Jake se había quedado de una pieza al oírle hablar.

- Ya lo se - murmuro bajo, Stanley tuvo que volver sobre sus pasos para oírle - lo supe desde el día que la conocí, - suspiro - pero no puedo evitarlo. No quiero hacerla daño.

- Pero se lo harás - le increpo - tu nunca quieres hacer daño, pero lastimas a todo el que esta a tu lado - vio la mirada de dolor que cruzo sus ojos y supo que se había pasado de la raya - lo siento, no quería decir eso exactamente, yo ….

- Tranquilo, lo se - dijo aun perdido en sus pensamientos, Stanley tenia razón siempre acababa lastimando a las personas que amaba y Heather no iba a ser la excepción, pero estaba luchando para no hacerlo, para hacer las cosas bien en esta ocasión y sabia que con ella a su lado lo conseguiría.

Stanley estaba parado a pocos centímetros de él, le conocía lo suficiente como para ver la batalla interna que se había desatado en su mente, se sorprendió al ver ternura en su mirada y nunca espero oír lo que dijo.

- Heather es mi esposa, nos casamos hace cuatro meses y medio en San Diego. La quiero y te juro que no tengo ninguna intención de lastimarla lo más mínimo.

Dicho esto comenzó a andar de nuevo hacia el ayuntamiento, Stanley se quedo allí totalmente sorprendido por su declaración pero sabiendo que de verdad quería a Heather tal y como había dicho, le alcanzo y le puso una mano en el hombro para pararlo.

- Enhorabuena - y le sonrió.

Jake soltó la respiración que había estado conteniendo y le devolvió la sonrisa, bromearon el resto del camino, para él tener la aprobación de Stanley era muy importante, era su mejor amigo, sabia que se preocupaba por el bienestar de Heather y por el suyo, le dio la sensación de que por fin parecía que había hecho algo bien.

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