CAPITULO 9
Kare oyó el ruido de la ducha entre sueños, abrió los ojos y vio que el sol apenas había despuntado por el horizonte, debía de ser muy temprano, de pronto recordó que Stevens le había comentado la noche anterior que tenia que estar pronto en el Ayuntamiento si querían salir a media mañana para Houston, se desperezo lánguidamente y se obligo a salir de la cama, prepararía café mientras terminaba de ducharse, le vendría bien, apenas si habían dormido cuatro horas.
Diez minutos después, Stevens entro en la cocina con el cabello aun húmedo por la ducha pero completamente vestido, con unos vaqueros negros que se ajustaban a la perfección a sus largas y musculosas piernas, listo para salir, Kare le recorrió con la mirada admirando su anatomía.
CAPITULO 9
Kare oyó el ruido de la ducha entre sueños, abrió los ojos y vio que el sol apenas había despuntado por el horizonte, debía de ser muy temprano, de pronto recordó que Stevens le había comentado la noche anterior que tenia que estar pronto en el Ayuntamiento si querían salir a media mañana para Houston, se desperezo lánguidamente y se obligo a salir de la cama, prepararía café mientras terminaba de ducharse, le vendría bien, apenas si habían dormido cuatro horas.
Diez minutos después, Stevens entro en la cocina con el cabello aun húmedo por la ducha pero completamente vestido, con unos vaqueros negros que se ajustaban a la perfección a sus largas y musculosas piernas, listo para salir, Kare le recorrió con la mirada admirando su anatomía.
- Buenos días - la saludo mientras iba a la encimera a por una taza de café - siento haberte despertado.
- No importa - le indico Kare, sonrojándose levemente por el escrutinio al que le había sometido - siempre puedo volver a acostarme de nuevo. - comento dando un sorbo a su propio café.
Estaba medio sentada en la mesa observándole atentamente, Stevens se dio la vuelta y tomo una silla para sentarse delante de ella, lo que la obligo a abrir las piernas para que pudiera situarse en medio. Eso levanto una oleada de deseo en ella al verle tan cerca observando con admiración su cuerpo desnudo, apenas cubierto por la bata de fina seda que llevaba puesta.
Sus pechos se hincharon y sus pezones erectos clamaban por la atención que estaban recibiendo, haciéndola jadear suavemente, deseando su tacto sobre ellos.
Stevens solo la miraba mientras intentaba concentrarse en su café, pero su libido se negaba a obedecerle, su bata se había abierto levemente dejando al descubierto el suave promontorio de sus senos, sus pezones erectos a la altura de su boca, ofreciéndose a él, invitándolo a saborearlos, dominaban su mente, bajo la mirada despacio hasta su estomago plano y descanso sus ojos en el centro de su deseo, devorando con la mirada lo que se ocultaba bajo la fina tela, para deslizarla hacia sus hermosas piernas que lo abrazaban sin tocarlo.
- Vas a llegar tarde - le recordó Kare reconociendo lo que estaba haciendo y sabiendo a donde los conduciría.
- Da igual - la miro con una sonrisa picara en su cara - no se van a ir sin mi - aseguro con la voz ronca por el deseo.
Dejo la taza de café sobre la mesa, antes de subirle las piernas para que pudiera apoyar sus pies a ambos lados de la silla, con sus manos comenzó a ascender por sus piernas suavemente, acariciando el interior de sus muslos, hasta que alcanzo el botón de su deseo, inflamado para él bajo la suave tela de su ropa interior, la sintió gemir bajo sus manos, deslizo sus pulgares suavemente trazando delicados círculos, sintiendo como se humedecía su cavidad y su cuerpo se arqueaba ofreciéndole su secreto.
Kare se dejo caer hacia atrás apoyando los codos sobre la mesa presa del deseo que estaba sintiendo por sus caricias, ofreciéndole una mayor libertad de movimiento y demandando una mayor cantidad de caricias, gimió roncamente al sentir como su boca atrapaba uno de sus pezones, succionándolo y mordisqueándolo suavemente, sentía que iba a enloquecer de placer, de repente sintió como Stevens tiraba de ella atrayéndola y dejándola caer sobre su masculinidad, que la esperaba liberada de la prenda que la mantenía presa, la dejo caer sobre él, penetrándola completamente lo que arranco un grito ahogado en Kare al sentirse llena, bombeándola presa de la pasión y la necesidad que habían despertado, sintió que ya no podía más y estallo al mismo tiempo que Kare alcanzaba el orgasmo.
Permanecieron abrazados hasta que recuperaron el ritmo normal de sus respiraciones, entonces Stevens volvió a cogerla de las caderas para depositarla suavemente de nuevo en la mesa, mientras se levantaba.
- Tengo que irme - susurro sobre sus labios mientras la besaba.
- Ten cuidado - fue lo único que pudo decir Kare en esos momentos, Stevens se volvió y le dedico una mueca de cariño antes de salir por la puerta rumbo al Ayuntamiento, dejándola en la cocina tratando de recuperarse del momento que habían compartido minutos antes.
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Kare salio a la calle alrededor de las diez de la mañana, se dirigía a la escuela a ver a la Sra. Templeton para hablar con ella de sus alumnos y lo que tenían pensado hacer con las clases, evito pasar por el Ayuntamiento, sabia que a Stevens no le gustaban las despedidas formales y él ya se había despedido a su manera, esa mañana en la cocina, sintió como se ruborizaba hasta la raíz del pelo ante el recuerdo de lo ocurrido.
Por fin llego a su destino, cruzo las puertas y oyó ruidos de voces al final del pasillo fue en esa dirección, al doblar la esquina vio a Matty y algunos profesores más, que se afanaban por poner un poco de orden entre las taquillas volcadas.
- Buenos días - saludo educadamente - parece que necesitáis un poco de ayuda.
Matty dejo lo que estaba haciendo y fue hacia ella.
- Hola - saludo a su amiga - ¿Cómo te encuentras?
- Muy bien - le respondió sinceramente al ver su preocupación y agradecida por ella.
Tras intercambiar unas cuantas palabras más, caminaron hacia el final del pasillo para reunirse con los demás y ponerse a trabajar en tratar de recuperar el aspecto normal de la escuela.
La mañana paso rápidamente y antes de que se dieran cuenta era la hora del almuerzo, acordaron parar y volver por la tarde, por aquel entonces solo quedaban cuatro o cinco clases por ordenar, podrían terminar hoy si todos colaboraban, Matty y Kare fueron hacia la salida.
- Ven a almorzar con nosotros - insistía Matty en que los acompañara a Alfred y a ella a su casa para comer.
- No de verdad - volvió a repetir Kare su negativa a acompañarlos - prefiero irme a casa y descansar un rato después.
- Vale no insisto más - Matty pareció estar convencida en dejarla marchar al mencionar su intención de descansar un rato antes de reanudar el trabajo por la tarde - te veré después entonces - aseguro mientas se despedía para ir al encuentro de Alfred que la esperaba en la acera de enfrente.
Kare levanto la mano para saludarle desde su posición y giro rumbo para su casa.
Fue a la cocina y tomo uno de los emparedados que habían sobrado de la noche anterior, no es que tuviera mucha hambre, pero aun así se obligo a comer aunque solo fuera un poco.
Tenia el estomago revuelto y la cabeza le dolía bastante, una sensación extraña se iba apoderando de ella, sentía ese ligero hormigueo en la nuca y comenzaba a sentir vértigos, pensó en ir a la clínica para un examen, tal y como Carol y Stich la habían aconsejado que hiciera si la situación cambiaba, al ponerse de pie el estomago le dio un vuelco, provocando una sensación de angustia que la obligo a apoyarse en la mesa para no caer.
De repente lo reconoció, no la estaba pasando nada malo, eso no tenia nada que ver con el golpe de la cabeza, solo era uno de esos presentimientos que tanto la habían afectado desde niña, aunque hacia tiempo que no le pasaba, desde el accidente de trafico de su hermana Ruth, hacia ya un par de años, pero ahora estaba segura, algo malo estaba pasando, su mente se traslado a Stevens y la sensación fue mucho peor, trato de calmarse pero le era imposible.
Respiro varias veces y camino hacia el armario de las medicinas, tras revolverlo un poco sin ningún cuidado, localizo lo que buscaba y se puso la pastilla debajo de la lengua, se agarro firmemente a la encimera y se dejo caer al suelo de rodillas mientras el tranquilizante iba haciendo efecto.
Tras unos cinco minutos sintió como su cuerpo se relajaba y la sensación de malestar cedía, se levanto despacio y recogió las medicinas que se habían desparramado sobre la encimera y las coloco de nuevo en el armario no sin antes tomar una tableta de tranquilizantes y guardársela en el bolsillo de su pantalón vaquero.
Decidida a no dejarse llevar de nuevo por el pánico tomo las llaves y salio a la calle en busca de compañía. Aparto su mente de Stevens y lo que pudiera estar sucediendo, tal y como había aprendido hacer para superar esas crisis y camino tranquilamente hacia Stonley.
El establecimiento estaba prácticamente vació, cuatro hombres tomaban café en solitario a lo largo de la barra, mientras que otros tres jóvenes jugaban una partida de dardos en la otra punta de la sala. Vio a Betty y Maggy conversar en la esquina de la barra y fue a reunirse con ellas.
- Hola - saludo cogiendo un taburete y sentándose con ellas.
- Hola - contesto Maggy - ¿Estas bien? - la pregunto observándola mas de cerca preocupada por la palidez de su rostro.
- Si, no es nada - sonrió débilmente tratando de tranquilizar a su amiga - debe ser este calor, nunca se han llevado bien el calor y mi tensión - mintió para no hablarlas del presentimiento que tenia, ellas también estaban preocupadas por sus chicos y no deseaba agobiarlas más.
- Eso tiene solución - informo Maggy volviéndose hacia la maquina de café - un café especial para subir la tensión - dijo con su voz de camarera, lo que provoco la risa entre las dos mujeres que la escuchaban.
- ¿Qué tal anoche con Rich? - pregunto Kare volviéndose hacia Betty vio como se ruborizaba suavemente.
- No, tu también, no. - dijo desesperada tapándose la cara con las manos - no podéis hablar en serio, - vio como la miraban fijamente - acabo de conocerlo - se defendió.
- ¿Y eso que tiene que ver? - aseguro Kare echándole el azúcar a su café - habéis pasado mucho tiempo juntos.
- Si, cuarenta y ocho horas en medio del caos, en una ciudad extraña, en la que no conozco a nadie - vio como la miraban duramente por sus palabras - no conocía a nadie - rectifico sabiamente dedicándolas una dulce sonrisa de disculpa - y sin saber si mis seres queridos o mi casa siguen aun allí - concluyo su exposición de cómo se sentía - es el mejor clima para iniciar un romance con el hombre de tus sueños.
- No es el mejor momento - estuvo de acuerdo Maggy con ella - pero el amor no entiende de esas cosas, surge cuando surge.
Kare estaba de acuerdo con su amiga, el amor no entendía de nada que no fuera amor.
- Y el tiempo tampoco es un impedimento, has pasado con Rich más tiempo del que yo pase con Stevens, te lo aseguro - vio como las dos se volvían hacia ella inquisitivamente deseando saber más detalles, Kare se puso colorada por su escrutinio. - Esta bien, solo había pasado con Stevens menos de cuatro horas cuando ya sabia que estaba loca por él - susurro muy bajito para que solo ellas pudieran escucharla.
Antes de que pudieran seguir preguntando por su relación con Stevens, la puerta se abrió y John entro en el bar, fue hacia ellas saludándolas y pidiéndole un café a Maggy.
- Me alegro de encontraros a las tres juntas, os andaba buscando - les indico John a las tres mujeres que le miraron inquisitivamente - esta noche os espero a las tres en casa, para cenar y pasar allí la noche - vio como iban a protestar y se las adelanto - es decisión de Beth, si queréis puedo decirla que no estáis interesadas - su mujer tenia fama de ser una mujer firme que no aceptaba un no por respuesta así que las tres estuvieron de acuerdo en ir a su casa a pasar la noche.
John se quedo un rato más con ellas charlando mientras se tomaba su café antes de volver a su despacho en el Ayuntamiento, estaba satisfecho consigo mismo por como las había convencido para que aceptaran su oferta de dormir en su casa, había pensado que Kare se resistiría y no tenia ni idea de cómo convencerla, pero todo había ido bien, prefería tenerlas bajo su mismo techo que cada una en su casa.
No es que Bleming tuviera mucha delincuencia pero después de llevar dos noches sin luz los altercados nocturnos se habían multiplicado y tres mujeres solas podían ser una tentación para cualquiera y no estaba dispuesto a arriesgarse, ellos se habían marchado a Houston en favor de la ciudad y lo menos que podía hacer era guardar a sus muchachas seguras mientras su ausencia.
Kare salio a los pocos minutos que John para dirigirse a la escuela a terminar de colocar las aulas que faltaban, sintió que la aprensión había cedido y no quedaba nada de la desazón que solía acompañarla después de uno de sus presentimientos, así que supuso que Stevens estaba bien y el peligro había cedido.
Justo en la puerta de la escuela se encontró con Matty que hablaba amigablemente con Emma de los trabajos que estaban realizando dentro, Matty la vio y la llamo con la mano, así que no le quedo más remedio que reunirse con ellas, para entrar juntas en la escuela.
Eran cerca de las ocho de la tarde cuando John entro en la escuela buscando a Kare con la intención de llevarla a casa antes de que anocheciera, la encontró en el aula de 4º A acompañada por Matty y Emma.
- Buenas - saludo desde la puerta, vio como se volvieron hacia él sorprendidas - creo que deberías dejarlo por hoy. - las indico mirando su reloj con la intención de llamar su atención sobre la hora que era.
- Si, se nos ha echado el tiempo encima - confirmo Emma mostrando una engatusadora sonrisa a modo de disculpa - seguro que Beth necesita ayuda con la cena - dijo sacudiéndose el polvo de sus manos en los pantalones. - enseguida voy John.
John asintió con la cabeza y fijo la mirada en Kare, vio como le indicaba que estaba de acuerdo con la afirmación de Emma.
- Bien os espero fuera - dijo saliendo de nuevo al pasillo camino de la salida del recinto.
Emma se volvió hacia Kare interrogándola con la mirada, quería saber que había querido decir con “os espero” John. Kare la ignoro completamente y salio tras John.
Paso el resto de la noche esquivándola y no dándola la oportunidad de interrogarla. Los demás en la casa la ayudaron en silencio dándose cuenta de su táctica de mantenerse apartada lo más posible de Emma.
John y Beth no estaban demasiado conformes con su presencia en la casa, pero tampoco podían echarla, así sin más, al fin y al cabo su casa todavía no estaba habitable y ellos mismos la habían invitado a que permaneciera allí unas noches antes, así que no podían hacer otra cosa que intentar mantener a Kare y Emma lo más alejadas posible la una de la otra, para que no tuvieran ocasión de tener un enfrentamiento entre ellas.
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jueves, 13 de septiembre de 2012
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