jueves, 27 de septiembre de 2012

“La Novia Olvidada” Capitulo 3

CAPITULO 3

A las cinco y media de la tarde, Cat y Emma entraban paseando por la puerta de Hyrd Park.

Lo primero que vío Emma fuea a Lord Bart y Lord Marcus apostados en un arbol cerca de la entrada, como si estuvieran esperando a alguien, Emma fingío no haberlos visto y siguio conversando con Cat mientras se adentraban en el parque.

Unos metros más adelante las habían alcanzado.

- Lady Emma - saludo Bart con una reverencia, interponiendose en su camino, no dandola otra alternativa que detenerse ante él.

- Lord Bart - saludo Emma educadamente, sitio como Cat la miraba divertida, había relacionado el nombre con lo poco que la había contado de lo ocurrido la noche anterior - Si me permite, le presento a mi amiga Catherine Noubot; Bart Brenddont - espero a que se saludaran y se volvió hacia el otro hombre que se había acercado - Marcus Aurbit - le señalo a modo de presentación y se volvió de nuevo hacia Lord Bart.

-Me permite que la acompañe - pregunto solicito Bart al mismo tiempo que, extendia su brazo hacia ella.

- Por supuesto - declaro Emma mientras tomaba su brazo y echaban a andar conversando animadamente.

Unos metros por detrás de ellos, Cat y Marcus le seguian.

Marcus se forzo a mantener una conversación trivial con su compañera, mientras sus ojos permanecieron fijos en la figura de mujer que tenia delante, deseaba fervientemente ser él a quien dedicase sus atenciones.

Por primera vez en su vida, sintio celos de su mejor amigo, una ira profunda lo iba embargando poco a poco.

Cat lo observaba con disimulo, encantada de verle tan furioso, solo porque Emma lo había ignorado prefiriendo a su amigo antes que a él, quizas no todo estaba perdido, se dijo para si misma, mientras volvia a fijar su atención en la pareja que precedian.

Emma sentia los ojos de Marcus clavados en su espalda pero se forzo a ignorarlo y prestar más atención a su compañero concediendole más libertadas que a cualquier otro hombre en circunstancias normales.

Queria demostrarle a su olvidadizo prometido, que otros hombres eran capaces de no olvidarla tan facilmente, incluso podría atraerles si así lo deseaba.

Marcus estaba aprendiendo la lección, nunca había conocido a una femina como esa, que lo atrayera como un iman sin apenas conocerla, pero al mismo tiempo ver que ella no sentia nada que no fuera indiferencia hacia él. No era agradable sentirse así, gruño malhumorado para si mismo.

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