"La novia olvidada" Capitulo 2

CAPITULO 2

Asi que alli estaba, debia recompensar a su abogado, no solo le habia conseguido un palco, sino uno de los mejores, situado en el centro del treatro. Una cancelación de ultima hora, la habia dicho, miro a su alrededor preguntandose donde estaria él, pero se obligo a apartar la mirada, y dominar los nervios, fijo la vista en su amiga que estaba centrada en el escenario, como si pudiera ver lo que ocurria tras el telón aun bajado.



Catherine Noubot su mejor amiga se encontraba en su casa cuando había vuelto esa tarde, dispuesta a darla su apoyo y acompañarla en su aventura, cosa que la alegro enormemente.

A pesar de tener la misma edad, Cat se habia quedado viuda hacia seis meses, lo que la daba una libertad que la propia Emma no tenia por permanecer aun soltera, lo que la convertia en la perfecta Dama de compañía de cara a la sociedad y esa libertad de movimiento la facilitaba mucho su labor a la hora de conseguir sus objetivos.


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Emma regrasaba apresurada a su palco, después del descanso del primer acto tras a ver ido a saludar a Lady Sthellan. Cat se habia quedado en el palco por si al conde le daba por aparecer, cosa poco probable, y con la excusa de su visita Emma habia salido a recorrer los pasillos buscandolo.

Cruza el salón apresuradamente cuando oyo unos pasos por el pasillo que se acercaban rapidamente hacia ella.

- Vamos, Aurbit, Margaret te negara sus favores esta noche, si sale ha escena y no te encuentra en tu palco.

Emma se quedo paralizada en la esquina al oirlo y antes de que pudiera reaccinar, sintío que algo la golpeaba violentamente, lanzandola hacia atrás sobre el sofá. Trato de incorporarse para ver contra quien habia chocado.

- !!Madre Mia!!, señorita ¿Se encuentra bien? - exclamo apesadumbrado, sin saber exactamente como ayudarla.

Emma fijo sus ojos en el caballero que se inclanaba sobre ella, pudiendo observarlo de cerca, era realmente guapo, sus ojos avellana mostraban su pesar por lo ocurrido, un mechon rebelde le caia sobre la frente y su boca carnosa y bien dibujada prometia placeres exquisitos, después paseo su vista por su cuerpo bien formado, ancho pecho, caderas estrechas, piernas largas y musculosas, en resumidas cuentas un adonis, no le extrañaba que las mujeres calleran rendidas a sus pies y se desmayaran con solo una de sus miradas, se obligo a volver a mirarlo a la cara y pudo ver la diversión en sus ojos por el escutrinio que habia recibido.

Tratando de parecer enfadada se levanto lentamente del sillón, para quedar frente a él.

- Lo siento mucho, señorita, no la había visto - trato de disculparse de nuevo, aunque sonaba extrañamente divertido por la situación - ruego acepte mis disculpas, Bart Brenddont a su servicio - se presento a si mismo mientras se inclinaba en una elegante reverencia ante ella.

Emma tuvo que hacer verdaderos esfuerzos para no soltar una carjada ante lo comico de la situación y a duras penas pudo dominarse.

- Emma Campell, milord - contesto extendiendo la mano en su dirección para que la besara, a la vez que sonreia abiertamente.

Un movimiento detrás de su agresor llamo su atención, otro hombre habia presenciado toda la escena y los miraba con una mezcla de ira y mal humor evidentes.

- Oh, disculpeme, milady, permitame que le presente a Marcus Aurbit, Conde de Aurbit - dijo lord Bart, volviendose hacia su amigo - Marcus, Lady Emma Campell.

El aludido dio un paso al frente mirandola directamente a los ojos, mientras se inclinaba en una sutil reverencia y le besaba la mano con cortesia.

Emma le devolvio el saludo indiferente y volvio centrar su atención en Lord Bart.

- Si me disculpan, he de volver a mi palco - dijo encaminandose de nuevo hacia el pasillo.

- Me permite recompensarla por lo ocurrido llevandola a pasear mañana por Hyrd Park - pregunto Bart atropelladamente antes de que desapareciera.

Emma se volvio lentamente hacia él.

- No - respondió al mismo tiempo que reemprendia su camino entre risas que intentaba sofocar sin éxito.

Bart y Marcus se quedaron alli parados durante unos segundos como pasmarotes sin saber muy bien que hacer o que habia ocurrido exactamente.

Al final se miraron el uno al otro y reanuadoron su propio camino hacia su palco.

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Emma se habia forzado a no analizar lo que habia ocurrido ni su impresión al conocer por fin a su prometido, por miedo a que él o Lord Bart la estuvieran observando.

Adopto una imagen de total seriedad y concentración en la obra que estaba comtenplando y se obligo a si misma a no abandonar el palco en el siguiente intermedio, ya analizaria todos los detalles en la intimidad de sus aposentos.

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Y Emma no se equivocaba, unos metros más alla cerca del escenario el Conde de Aurbit la observaba con detenimiento, la obra habia perdido totalmente su atractivo y no apartaba su mirada de la misteriosa dama.

Estaba de muy mal humor, no recordaba que ninguna mujer le hubiera tratado con tanta indiferencia nunca, esa mujer practicamense te habia derretido ante Bart y a él solo le habia lanzado una mirada de soslayo.

Su ego masculino habia sido herido esa noche.


Al final abandono el teatro solo, después de que ella se marchara, lleno de ira rumbo a su casa.