martes, 9 de septiembre de 2008

¿Culpable o Inocente? Capitulo 2

- Me parece una sugerencia maravillosa, así me podré quitar esta ropa tan arrugada del viaje.

- Vamos hacer una barbacoa, para comer en el jardín. - intervino Marina - Como me imagino que no tendrás nada preparado. ¿Porque no os unís?.

- Estupendo, Marina, - Cat nunca había sido buena cocinera - deslizaremos el muro y podremos unir los dos jardines .- deslizo la mirada por el patio, exactamente igual al suyo .- A propósito ¿donde están esos diablillos que tu denominas hijos?.

Marina soltó una carcajada suave ante la pregunta de Cat, sino supiera que los quería con locura se ofendería por el comentario.


- Se han ido con su abuelo al Zoo. Pero volverán a tiempo para la comida.

Cat y Marta se dirigieron a través del jardín a la casa de al lado.

- Mama, dame las llaves traeré tu equipaje.

- Gracias hija, me muero por darme una ducha y cambiarme de ropa.

Cat se dirigió al aparcamiento, metió los dos coches en el garaje, no se creía que su madre hubiera ido a pasar sus vacaciones con ella , pero se alegraba de tenerla allí, tendría que contarle lo de su enfermedad y cuanto antes lo hiciera mejor para todos.

- Jaime, Pedro. ¿Queréis dejar a Cat dormir? - Sean observaba como sus hijos no dejaban de hacer cosquillas con las plumas que habían traído del zoológico a Cat.-Marina, coge a esos chicos.

Jean fue a por sus dos sobrinos, tendría que entretenerlos un rato, le gustaban lo niños, pero esos dos diablillos eran demasiado para él, siempre se metía en problemas.

- Haber jovencitos, ¿a que queréis jugar?

- A indios y vaqueros - exclamo el más pequeño, Jaime que contaba con 5 años de edad.

- No tonto, - regaño Pedro dándole un codazo a su hermano - a policías y ladrones. Tu eres el ladrón y nosotros te apresamos.

- No mejor jugamos con el Tente a construir barcos .- no le hacia ninguna gracia las dos alternativas de los muchachos, así que se dirigió al porche y volvió con la caja del Tente.

Ha los niños no les gusto demasiado el cambio de planes, pero no discutieron y se pusieron a jugar, mientras el resto de los mayores descansaba a la sombra tranquilamente, excepto Cat que se había dormido bajo el llorón.

En esto estaban cuando Simón llamo a la puerta.
A Marta nunca le había gustado demasiado ese hombre, aunque era demasiado discreta para inmiscuirse en la vida de su hija, ya era mayorcita para librar sus propias batallas.

- Cat, - dijo moviéndola suavemente del hombro - Cat, ha venido Simón y quiere hablar contigo.
Cat oyó entre sueños lo que su madre le decía, cuando comprendió sus palabras se levanto de un salto, Jean vio como esas palabras, en concreto ese nombre, había conseguido despertarla tan súbitamente.

Despacio se dirigió al porche donde la esperaba, se alegraba de llevar el albornoz puesto, aunque no le causaba vergüenza que Simón la viera en bikini, no le apetecía sofocar un arranque de pasión por su parte en ese momento.

- Hola preciosa, - deposito un suave beso en su labios .- ¿podemos hablar en privado un momento?.

Jean frunció el ceño al ver como la besaba, sintió algo parecido a los celos en la boca del estomago.
Y se quedo mirándolos mientras desaparecían hacia el interior de la casa.

- Bueno, ya estamos solos - le condujo a la sala - ¿para que has venido?.

- Tranquila, cariño, he venido a disculparme .- se acerco a darle un masaje en los hombros .- y a darte una buena noticia. Después de marcharte hoy, teniamos un reunión de consejo y hemos decidido hacerte socia de la firma.

Cat sintió una oleada de placer ante la noticia, llevaba tres años trabajando para ellos y su mayor aspiración era ser socia, lo había conseguido, pero tenia algunas preguntas.

- ¿Por qué ahora?, Simón - giro dándose la vuelta para poder mirarlo a los ojos.

- ¿Y porqué no?, - tenia que jugar bien sus cartas o lo echaría todo a perder - eres una chica sensata, trabajadora, que ha dado muchos beneficios a la empresa y que nunca nos dará de lado en un apuro.

- Simón, ¿A que has venido en realidad? - empezaba a sospechar que detrás de sus palabras había algo más.

- Cariño, no seas tan suspicaz. - dijo acercándose a ella para abrazarla, Cat intuyo su movimiento y dio un paso atrás, este se rindió y dejo caer los brazos a ambos lados del cuerpo .- Bueno ya que insistes, hay una condición para que entres a formar parte del consejo.


Tendrás que hacer el viaje a Taiwán, después puedes tomarte hasta tres meses de vacaciones si quieres, - añadió deprisa al verla fruncir el ceño.

- Simón, ya lo hemos discutido esta mañana, - no quería tener que repetir esa experiencia tan desagradable - y mi respuesta es la misma. No.- respondió, moviendo la cabeza para darle más énfasis a sus palabras.

- Cat, se razonable, es lo que siempre has deseado, no puedes tirar por la borda tres años de sacrificio.

- No. - volvía el dolor de cabeza - no insistas, por favor.

- Eres terca como una mula. - comenzaba a subir el tono de voz - No puedes hacerme esto, soy tu futuro marido a demás de tu socio.

- Simón, deja de decir tonterías, - no se iba a librar de él tan fácilmente - nunca me has propuesto matrimonio, ni yo te he dicho que aceptara .- aunque en su interior sabia que lo haría.

- Necesito que hagas ese viaje - rogó perdiendo los estribos - solo tu puedes hacerlo con éxito, hay demasiado en juego para dejarlo en manos de una novata.

- Cristina no es una novata - no le gustaba el tono que estaba empleando - lleva dos años con nosotros y lo hará muy bien.

- Si es una novata, - grito fuera de sí, se paso una mano por el pelo tratando de tranquilizarse - No lo entiendes, no es un viaje normal. Cat, haz un esfuerzo, hazlo por mi.- rogó.

- Simón, ¿que significa eso de que no es un viajen normal? - intuya que algo estaba sucediendo a su alrededor y quería saber que era.

- Bien, ven siéntate .- intento calmarse para explicárselo, era su única esperanza de que accediera - si no fuera necesario no te lo pediría, se que estas enferma y no soy tan desalmado como parezco.- intento llevársela a su terreno con palabras tiernas pero lo único que consiguió fue un brillo de sospecha en sus ojos

- Escucha, desde que entraste en la compañía, en tus viajes al oriente medio, transportabas algo más que viajeros.- tomo aire antes de continuar, eso era muy difícil para él - Sabes que la agencia estaba casi en la quiebra cuando sucedió, me ofrecieron transportar en mis viajes algunos objetos valiosos que no deberían pasar por la aduana, yo sabia que eran robados pero pagaban bien y no me importaba, después me pidieron transportar la droga, me negué, pero me amenazaron con delatarme si no lo hacia. - suspiro resignado, ya lo había dicho, no había sido tan difícil como pensaba - Eres la única persona en la que puedo confiar, y ellos te quieren a ti para la entrega.
Cat no podía creer lo que la estaba diciendo, había transportado droga durante tres años sin saberlo, eso era demasiado.

- Simón, acabas de decir que llevo tres años transportando droga para ti. - sentía que iba a perder los estribos de un momento a otro, al verlo asentir con la cabeza explotó - Fuera de mi casa - grito a pleno pulmón.- Fuera de aquí.

- Espera gatita, no saques todavía las uñas.- El también estaba furioso, si se creía que iba a salir ilesa, lo llevaba claro - Ya me boy, pero antes una ultima cosa, si se te ocurre ir a la policía, te recuerdo que eres tu la que transportas la mercancía, yo negare que conocía su existencia.

Cat le miro con la boca abierta, no podía dar crédito a sus ojos ante su escaro.

- Sal de aquí bastando, fuera de aquí.

Jean acudió al oír las voces de Cat, se la debía de estar oyendo en todo el vecindario, en ese momento Simón cruzo la habitación hacia la puerta, miro a Jean y se volvió hacia Cat.

- Recuerda que tu estas metida en esto como yo .- y con esa amenaza flotando en el aire abandono la casa.

Una vez que se hubo marchado, Cat se dejo caer en el sofá, ¿ que iba hacer ahora?, no tenia ni idea de como solucionar eso, sin darse apenas cuenta cayo en una oscuridad absoluta.

Cuando volvió a abrir los ojos estaba tumbada en su cama, no sabia como había llegado hasta allí, en ese momento entro su madre con el doctor González, eso le recordó que aun no se lo había contado.

- Doctor, parece que ya vuelve en si .- observo inclinándose sobre ella para verla mejor.

- Si, eso parece - dijo acercándose a la cama y tomándola el pulso - parece normal. Por favor, ¿podría dejarnos solos?.

- Si, por supuesto .- lanzo una última mirada a su hija y salio de la habitación.

El doctor se acerco a la cabecera de la cama y dejando su maletín en la mesita, se dispuso a reconocerla.

- Bueno jovencita - dijo volviendo a guardar el material utilizado - Todo parece normal pero por si acaso, quiero que vayas mañana al hospital a hacerte un análisis.

- Claro doctor, estaré allí.- se levanto un poco para incorporarse y volvió a desplomarse sobre la almohada.

- No tan deprisa, - puso sus manos en los hombros de la joven mientras se sentaba en la cama - debes permanecer acostada por lo menos un par de horas .- de repente se puso serio - No se que ha pasado, según tu madre has tenido algún tipo de discusión con tu jefe.- suspiro resignado - Hable en serio cuando te dije que necesitabas reposo absoluto, así que si tienes algún problema, ¡líbrate de él!.

Con esas palabras salio de la habitación dejando a Cat envuelta en un mar de dudas, librarse de su problemas, ojala fuera así de sencillo, estaba pensando en alguna solución cuando su madre volvió a entrar en el cuarto con una bandeja.

- Tomate esto antes de que se enfrié.- dijo tendiéndole un vaso de leche con miel que había preparado.

Cat tomo el vaso con manos temblorosas y permitió que le arreglara las almohadas para incorporarse un poco.

- Mama, tengo algo que decirte .- hizo acopio de fuerzas y decidió contarle lo que la había ocultado - Ven siéntate.

- Lo que tengas que contarme puede esperar. Ahora descansa hablaremos después.

- No, por favor, - dijo tanteando la esquina de la cama para que se sentara - si no lo digo de golpe no lo diré, no me he tomado unas vacaciones por capricho, - respiro hondo antes de continuar - fui hacerme una revisión medica, en el último viaje no me encontraba demasiado bien, las pruebas que me han hecho han dado una infección muy grande en la sangre, algo parecido a la leucemia, según el doctor lo he podido coger en alguno de mis viajes a oriente.

- ¿ Es grave? - la miro a los ojos en busca de la respuesta.

- La infección esta bastante extendida, pero si me tomo las cosas con calma durante un tiempo, no habrá complicaciones y remetida.- por fin se lo había dicho.

- Respóndeme a otra pregunta y te dejare descansar. ¿qué pinta Simón en todo esto?.

- Mañana salía para Taiwán y tiene que sustituirme, - no podía contarle eso todavía, aunque sin darse apenas cuenta las palabras salieron por si solas - Bueno, hemos discutido porque me he negado a ir a ese viaje y me ha confesado que además de viajeros al oriente medio, también he estado transportando objetos robados y droga desde que entre en la agencia.

Su madre se había quedado estupefacta, nunca le gusto ese hombre, pero de ahí a utilizar a su hija, no le creía capaz de algo semejante, aunque pensándolo fríamente podía ser, mejor dicho era.

- Iras a la policía - no preguntaba, sino que daba por sentado que lo haría.

- No, me ha amenazado, si voy a la policía él se lavar las manos y me inculpara a mi.

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