domingo, 22 de junio de 2008

Sobrevivir Cap. 2

CAPITULO 2 “Las primeras horas”

Stevens empujo con violencia la puerta del Ayuntamiento y vio a su padre salir de la sala de juntas, acompañado del Alcalde.

- Papa, ¿están todos bien? - fue directamente hacia él, observando a su alrededor los desperfectos de la sala, algunas mesas se habían volcado y los cristales de las ventanas habían estallado en mil pedazos, pero nada serio parecía haber ocurrido.


- Stevens, - saludo su padre sorprendido de verlo - No sabíamos que venias a casa.

- ¿Sabemos algo? - inquirió yendo directamente al grano, ignorando la observación de su padre, ya les explicaría más tarde, vio como ambos hombres movían la cabeza negativamente. - Pues deberíamos empezar a organizarnos y conseguir algunas respuestas. - dijo volviéndose hacia la puerta por donde la muchedumbre asustada comenzaba a llegar a las dependencias municipales.

- Tiene razón, - Jeremy saludo a su hermano con un suave apretón en el hombro, antes de dirigirse de nuevo a los dos hombres que tenían enfrente - será mejor que nos movamos.

- Jeremy, trae al Sheriff y al Jefe de Bomberos - indico John volviendo a su papel de jefe de servicios de emergencias de la ciudad, vio como su hijo se marchaba a buscarlos - Bill, - se volvió hacia el Alcalde - necesitamos calmar a toda esta gente.

- Yo me ocupo. - Bill se dirigió hacia la recepción del Ayuntamiento haciendo un llamamiento a la calma.

Stevens vio como Emma y Maggy se reunían con las recepcionistas para ayudarlas.

- Hemos intentado ponernos al habla con Dakota, pero las líneas no funcionan - Stevens se volvió hacia su padre al oírle hablar de nuevo - ¿Tu tienes alguna manera de ponerte al habla con tu gente? - vio como le miraba sin comprender - ¿o alguna idea de cómo podemos saber algo de lo que esta pasando?

Stevens miro a su padre y calibro lo que le estaba pidiendo.

- Lo mirare, - dijo finalmente - intentare contactar con alguien, pero va a ser muy difícil sin teléfonos.

- Bien, pasa a mi despacho, tienes un ordenador y una radio, - informo - haz lo que puedas, hijo.

Stevens le sonrió al mismo tiempo que inclinaba la cabeza asintiendo.

- Bien, y yo que puedo hacer - Rich había logrado abrirse paso por el atestado vestíbulo hasta ellos, sonrió a su amigo y fijo la vista en John.

- Jeremy esta a punto de volver con el Sheriff y el Jefe de Bomberos - contesto John mientras vio a Stevens escudriñar a las personas que estaban a su alrededor y fruncir el ceño - Vamos a necesitar voluntarios que nos ayuden a restablecer las cosas, habla con Jeremy cuando vuelva.

Stevens se había vuelto hacia las personas que entraban en el edificio al ver a su amigo, busco entre la muchedumbre pero no encontró a quien buscaba, frunció el ceño, esperaba que se encontrara bien, en cuanto tuviera un momento saldría a buscarla, bajo la mirada y se dio cuenta de que Rich sujetaba a alguien de la mano, subió la vista hasta toparse con una bonita ejecutiva pegada a su lado. Stevens miro a Rich con una sonrisa socarrona preguntándole con la mirada, su amigo levanto los hombros en contestación y se volvió hacia la chica, para hablarla.

John toco a su hijo en el brazo indicándole que le siguiera, juntos entraron en su despacho.

Unas dos horas después, Stevens abandonaba el despacho sin haber conseguido su objetivo, el ordenador contaba con una conexión normal de Internet en lugar de una vía satélite con lo cual fue imposible mandar un mensaje al exterior, aunque dejo algunos mensajes pendientes por si en algún momento volvía a funcionar la línea telefónica. Así que se había pasado la mayor parte del tiempo con la radio de onda corta, intentando localizar a alguien en el otro lado, al final tuvo que darse por vencido y reconocer su derrota.

Había conseguido apartar sus pensamientos de Kare y su sensación de que algo andaba mal, tenia el presentimiento de que podía estar herida, volvió a preocuparse por ella. Así que salio del despacho dispuesto a ir a buscarla, cuando se dirigía hacia la puerta Bill le intercepto.

- ¿Has conseguido comunicar? - pregunto, aunque supo la respuesta con solo ver su cara - Bueno, seguro que mañana las comunicaciones se habrán restablecido y podremos saber algo más. - indico lleno de optimismo.

Stevens le miro durante unos segundos, sin responder, no creía que fuese a ser tan fácil volver a la normalidad.

- Seguro - respondió para tranquilizarle.

- Stevens - su padre se dirigía hacia ellos en ese momento - Ve a buscar a Rich y marcharos al deposito de agua, intentar abrir las bombas manualmente, haber si conseguimos restablecer el suministro de agua por lo menos.

Stevens miro a su padre con fastidio, el tenia otra cosa que hacer en ese momento, como buscar a Kare y asegurarse de que estaba bien, abrió la boca para protestar pero volvió a cerrarla sin emitir sonido alguno, por el contrario asintió con la cabeza y salio en busca de Rich.

Al salir vio a la señora Templenton, la directora de la Escuela, al pie de las escalinatas del Ayuntamiento y fue hacia ella.

- Buenas tardes, Sra. Templenton - saludo cortésmente.

- Stevens, - se volvió sonriéndole, sorprendida- tu madre no me dijo nada de que hubieras regresado.

- Era un sorpresa - dijo devolviéndole la sonrisa - ¿Han tenido algún problema en la Escuela? - pregunto directamente, intentando ocultar su preocupación.

- Oh, no mucho, - respondió - algunos muebles rotos y ventanas, pero poco más.

- ¿Algún herido? - indago un poco más.

La Señora Templeton lo miro con simpatía y un poco de complicidad, como si supiera por quien se preocupaba.

- No, que yo sepa, todos los niños y el personal, salio ileso - contesto, puso una mano en su brazo y prosiguió bajando la voz hasta susurrarle confidencialmente - Emma no tenia clases hoy.

Stevens sintió como una descarga eléctrica le recorría la espina dorsal al escucharla y de repente sonrió al comprender que ella se había imaginado que sus preguntas eran porque estaba preocupado por Emma, cuando no era así.

- Me alegro que todos estén bien - dijo ocultándole sus pensamiento - ahora tengo que irme, ¿si me disculpa?

- Claro, claro, ve - dijo volviéndose a encaminar hacia las escaleras.

Stevens camino por la calle mirando a las personas con las que se cruzaba por si acaso la veía, a pesar de las palabras de la Sra. Templeton asegurándole de que nadie había resultado ileso, seguía teniendo la sensación de que algo andaba mal, sacudió la cabeza apartando esos pensamientos y observo un poco más a su alrededor.

La verdad es que todo era un caos, había bomberos por todas partes intentando sofocar los incendios que se había propagado a lo largo de la avenida principal, otros voluntarios trataban de recoger la metralla y los cristales de las calles y aceras para que se pudiera caminar por ellas sin peligro.

Algunas personas habían quedado atrapadas en sus casas y estaban haciendo todo lo posible para rescatarlas y trasladarlas al Centro Medico. Otras personas pasaban a su alrededor heridas y desorientadas sin tener muy claro hacia donde dirigirse exactamente.

Todo le recordaba al Líbano y al terror de sus ciudadanos al ser bombardeados dentro de sus casas, miro al cielo y vio que el sol empezaba a ocultarse, pronto la noche se les echaría encima y la electricidad aun seguía pareciendo lejano su restablecimiento, no tenían demasiado tiempo antes de que el pánico se adueñara totalmente de la población.

Acelero sus pasos en busca de Rich, seria mejor que volvieran cuanto antes.

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Kare no podía creerlo, Stevens estaba en la ciudad y no se lo había dicho, sintió como su corazón dolía al volver a ver la imagen de él con Emma de la mano, corriendo por la calle.
Sintió la humedad de las lágrimas resbalando por sus mejillas.

Su mente retrocedió hasta el momento en que se conocieron.

Siete meses antes …..

- Hijo de Perra!!!.

Maldijo Kare al notar como el coche se deslizaba sin control por el estrecho camino, agarro el volante con fuerza con ambas manos y poco a poco fue perdiendo velocidad hasta detenerlo justo al borde del precipicio.

Temblorosa hecho la cabeza hacia delante intentando relajarse, respiro profundamente y se incorporo, bajándose del vehiculo para comprobar los daños, tal y como sospechaba la rueda delantera había reventado, maldijo de nuevo por su mala suerte, el día estaba mejorando por momentos.

Se había levantado con un terrible dolor de cabeza, se sentía como si hubiera estado corriendo durante toda la noche, después de tomarse unas aspirinas y un buen café, se forzó a si misma a prepararse para el trabajo.

La mañana había pasado muy lentamente, sus alumnos estaban especialmente excitados ese día con motivo de las vacaciones de Navidad, le costo más de una hora tranquilizarlos.

Cuando por fin los dejo en el autobús escolar, volvió al aula con la intención de recoger su bolso y marcharse, tenía el tiempo justo de comer algo rápido y cambiarse para su reunión. Pero se encontró en el pasillo que Matt Shatler y algunos de su grupo, estaban increpando a Bob Shimt, con lo que tuvo que contener la pelea y acompañarlos al despacho de director.

Para cuando abandono la escuela ya no le quedaba tiempo de nada, salvo de salir al Rancho de los Brenman, si quería llegar a tiempo. Así que maldiciendo en silencio su suerte se puso en camino, el dolor de cabeza amenazaba con volver más fuerte que antes, alargo la mano hacia su bolso y saco las aspirinas que trago con un poco de agua, antes de que el dolor se volviera más intenso.

Ahora ahí, de pie, mirando el neumático sintió que las fuerzas la abandonaban, miro su reloj desesperada, ya llevaba casi media hora de retraso y ahora tendría que cambiar el neumático antes de poder continuar, levanto la mirada al cielo y descubrió que unas nubes negras se acercaban peligrosamente en su dirección, sintió un escalofrió recorrer su espina dorsal, no era muy amiga de las tormentas y en medio de la nada menos, el pánico comenzó a apoderarse de ella.

Suspiro resignada y se dirigió al maletero con la intención de terminar cuanto antes. Saco el neumático y las herramientas. De repente el sonido de un coche que se acercaba capto su atención, se volvió a tiempo de ver como un lujoso mustang de ultima generación se detenía a su lado en el camino, vio como el hombre más guapo que había visto en su vida descendía de él.

Stevens conducía a gran velocidad por el estrecho camino, estaba deseando llegar a casa después de pasar cinco días en Chicago entre abogados, papeleo e interrogatorios, solo deseaba darse una ducha y relajarse.

Su día estaba yendo bien, hasta el momento, había conseguido acabar antes y pensó que podría estar en casa para la cena, en lugar de esperar al día siguiente, tal y como tenia pensado en un principio, así sorprendería a su abuelo, cuando se marcho parecía estar un poco resfriado y aunque había hablado con él cada noche, no estaba seguro de que le hubiera dicho toda la verdad de su estado. Quería comprobarlo por si mismo.

Apenas si tuvo tiempo de detenerse al ver el coche atravesado en la carretera, Stevens agradeció en silencio el sistema de frenos ABS, que evitaron que el coche patinara golpeando al otro vehiculo. Se pregunto que hacia allí.

Se fijo en la mujer que estaba parada delante del maletero, tenia el pelo moreno y su media melena semi rizada descansaba suavemente en sus hombros, llevaba un traje chaqueta ajustado, resaltando sus caderas y sus piernas bien contorneadas, la camisa blanca con los botones de arriba desabrochados, dejaban entrever unos senos firmes y redondeados.

Cuando se paro frente a ella pudo ver unos preciosos labios rosados pidiendo ser besados y unos ojos azules como el mar que le miraban fijamente.

Kare no podía apartar la mirada de aquel hombre, su pelo negro perfectamente cortado resaltaba sus ojos color avellana, su nariz recta, adornaba a la perfección ese rostro angelical, sus labios parecían hechos para besar, se regaño en silencio por sus pensamientos y aparto la mirada de su cara, para descubrir un torso firme y musculoso, paseo su mirada por su cuerpo sintiendo que le gustaba lo que veía.

Estaban parados a pocos metros mirándose fijamente, disfrutando de lo que veían, Stevens se forzó a apartar la mirada y se dirigió hacia el neumático averiado.

- Guauu, eres buena conductora - se volvió sonriéndola - la mayoría de la gente acaba allí abajo, en la cala. - dijo señalando hacia el lugar.

Kare sintió como se sonrojaba al ver su sonrisa, sus piernas se volvieron de gelatina, ¿Qué la estaba pasando?, ella no solía reaccionar así ante los hombres. En realidad no solía reaccionar de ninguna manera, desde que rompió con Robert, hacia ya dos años, se había mantenido aparatada de todo contacto con el sexo opuesto.

En cambio ese hombre en tan solo un par de minutos había conseguido que su cuerpo reaccionara con solo mirarla.

- Bien, si me pasas las herramientas, puedo empezar a cambiar el neumático - dijo extendiendo la mano hacia ellas para cogerlas.

- No … - Kare reacciono en el ultimo momento apartándolas - no necesito tu ayuda. Yo puedo cambiar mi propio neumático.

Stevens se levanto despacio, paseando su mirada en ella. Haciendo que se sonrojara débilmente ante su escrutinio.

- No lo dudo, - comento en tono irónico - pero con esa falda va a ser un poco incomodo, ¿no?

Kare bajo la mirada hacia la falda y tuvo que reconocer que no era el atuendo más adecuado para trabajar con el neumático, deseo haber tenido tiempo para cambiarse, así no se encontraría en esa situación, volvió a mirar al extraño de frente.

- Tampoco tu ropa es la más adecuada - observo mientras recorría con la mirada el traje oscuro que llevaba, sin duda de algún gran modisto, no pudo dejar de pensar que le quedaba de maravilla.

- Tuche, - respondió dedicándola una sonrisa, había visto como le miraba y se alegro de ver que le gustaba lo que veía, quizás más tarde podrían … - me cambiare, tengo ropa más apropiada en el coche.

Y se dirigió hacia su maletero, Kare vio como sacaba unos vaqueros y un polo de sport y los ponía encima del maletero, se quito la chaqueta y la doblo con cuidado antes de ponerla en el asiento del copiloto, giro la cabeza para mirarla mientras se desabrochaba la camisa dejando al descubierto su pecho cubierto por un suave bello, la miro a los ojos y le guiño un ojo antes de volverse de nuevo al maletero.

Kare permaneció parada allí de pie sin poder apartar la vista de ese hombre, sintió como se ruborizaba hasta la raíz del pelo ante su guiño, se esforzó por apartar la mirada y volverse de nuevo hacia el neumático.

¿Qué la estaba pasando?, ese hombre, un perfecto desconocido había conseguido despertar su atracción con solo un gesto, sentía las piernas tan débiles que tuvo que apoyarse sobre el capo del coche para no caer, sentía su cuerpo arder al imaginarse tocando ese pecho con sus manos, respiro profundamente varias veces intentando calmarse antes de que regresara y ocultarle así sus emociones.

Kare sintió como se acercaba y se giro para mirarlo, se quedo asombrada, si antes le había parecido guapo dentro de su traje de chaqueta, vestido con vaqueros y camiseta estaba imponente, sacudió la cabeza tratando de apartar sus pensamientos de ese adonis que tenia delante.

- Me llamo Stevens Brenman - informo en forma de saludo cuando llego a su lado y le tendió la mano.

- Kare Velisman - respondió a su vez tomándole la mano, no estaba preparada para la sensación que despertó su tacto.

Se quedaron así durante unos momentos, mirándose a los ojos, con las manos entrelazadas prometiéndose mucho más con la mirada. Stevens rompió el contacto y se dirigió de nuevo hacia el neumático, se agacho para poner el gato al tiempo que la preguntaba.

- Y dime, ¿Qué haces aquí? - inquirió - este camino no es muy concurrido y solo conduce a la cala o al Rancho.

- Tenia una cita con el Sr. Brenman - respondió automáticamente, de repente abrió mucho los ojos al asociar los apellidos - El exmilitar que combatió en la segunda guerra mundial, en Europa, el antiguo Alcalde de Bleming y conocedor de muchas historias interesantes de estas tierras. - exclamo con admiración.

Stevens se había vuelto a mirarla al oírla hablar con tanto entusiasmo.

- Tenia la esperanza de poder convencerle para que diera unas charlas de historia a mis alumnos - suspiro resignada - pero ya no va a ser posible.

- ¿Eres profesora? - había dejado el neumático y se había vuelto a mirarla sonriente, vio como asentía con la cabeza - No te preocupes el abuelo no será capaz de negarte nada si le miras con esos ojos. - vio como sus mejillas adquirían un ligero color rosado.

- ¿Abuelo? - la palabra taladro su adormecido cerebro desde que había conocido a ese hombre.

- Si, mi abuelo - sonrió más abiertamente y no pudo resistir la tentación de acariciarla con su pulgar esos hermosos labios. - Cuando le expliquemos lo que ha pasado seguro que no tiene ningún inconveniente en escuchar tus propuestas.

A regañadientes Stevens se obligo a volverse hacia el neumático y concentrarse en cambiarlo. Esa mujer le estaba distrayendo enormemente con su atractivo, tan solo hacia menos de media hora que la conocía y sentía que su vida había dado un giro de 90 grados, no podía negar que le atraía sobremanera, su libido se disparaba con solo mirarla y cuando se habían tocado o había acariciado sus labios las sensaciones se dispararon completamente, tuvo que hacer acopio de todo su autocontrol para no abalanzarse sobre ella y tomar lo que deseaba.

Sonrió para si, mientras se mantenía agachado, pensando que ella tampoco era indiferente a sus encantos, la había visto mirándolo y sabia que le había gustado lo que veía, conocía esa mirada en las mujeres, la había visto otras veces, la verdad es que nunca le había importado demasiado su físico, si era guapo o atractivo para el sexo opuesto, pero esa tarde ante el escrutinio de Kare se alegro de no serle desagradable a la vista.
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno... Quizá deberías enfocarte un poquito más en lo que sienten tus personajes, porque en muchas partes leo lo que hacen...

Por ejemplo:
- Lo mirare, - dijo finalmente - intentare contactar con alguien, pero va a ser muy difícil sin teléfonos.

Pero no hay nada acerca de lo que siente, o de como se expresa.

Creo que deberías checar eso.

Pero te felicito!

Cristian

Carmen Vera dijo...

Gracias, por expresar tu opinión.

Lo tendre en cuenta, para centrarme más en los sentimientos, me has sido de gran ayuda.

Saludos